Esta asociación podría deberse a que “las dietas saludables, entre las que se encuentra la ecológica, son más ricas que las de fast food en nutrientes necesarios para el cerebro, como ácidos grasos, vitaminas y sustancias antioxidantes, lo que de forma conjunta puede favorecer las funciones cognitivas en la infancia”, explica Jordi Júlvez, primer autor del estudio, e investigador del IISPV-CERCA con una estrecha colaboración con ISGlobal.