Campaña de la fruta
La campaña de la fruta en el Bajo Aragón-Caspe está en pleno auge, con una cosecha esperada que se estima como «normal», aunque ligeramente superior a la del año anterior en términos de producción, pero no en calidad. Sin embargo, el clima irregular de las semanas pasadas ha afectado la primera recolección de cerezas tempranas, reduciendo la producción hasta en un 90% debido a la lluvia y el viento.
Se prevé recolectar 600 millones de fruta de hueso y 300,000 kilos de fruta de pepita en toda Aragón, principalmente en Calatayud y La Almunia. Aunque se espera una producción aceptable, los agricultores siguen preocupados por la incertidumbre en los precios y los crecientes costos de producción.
El aumento en el precio de las primeras cerezas debido a la reducción en la producción inicial ha repercutido positivamente, pero preocupa cómo afectará esto a las siguientes producciones. Además, los agricultores enfrentan desafíos con los costos de producción en constante aumento y la falta de un aumento proporcional en los precios de venta.
La transformación de campos de frutales en fincas de almendros u olivos está en marcha en el Bajo Aragón-Caspe, ya que estas producciones demandan menos mano de obra. La falta de rentabilidad y la incertidumbre sobre los precios están contribuyendo a este cambio.
Trabajadores temporales
La campaña de la fruta también implica la llegada de trabajadores temporales, con alrededor de 12,000 empleados temporales empleados en el campo y en las centrales de fruta en toda la comunidad. Aunque se temía una escasez de mano de obra, este año no ha sido tan problemático, aunque persisten preocupaciones sobre la disponibilidad de trabajadores para las tareas en las centrales.
Se observa un cambio en la tendencia de contratación, con los trabajadores temporales buscando activamente empleo en las fincas, aunque los agricultores aún enfrentan desafíos para encontrar mano de obra adecuada. La campaña de la fruta, que se extiende desde mayo hasta noviembre, presenta desafíos tanto para los productores como para los trabajadores temporales, pero también oportunidades para la comunidad de Aragón como exportadora de fruta.
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