“La ganadería ecológica es muy importante para darle una mayor rentabilidad a los sistemas áridos»
Irene Pérez Ibarra, investigadora de la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID) en el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), dirige el proyecto SOSLIVESTOCK, cuyo objetivo es anticiparse a la disminución de los sistemas ganaderos en regiones áridas y semiáridas, ya que proporciona el medio de vida y la principal fuente de empleo para más de dos mil millones de personas en todo el mundo.
¿Qué consecuencias traería la disminución de los sistemas ganaderos para la sostenibilidad?
Los sistemas ganaderos son la principal fuente de empleo para más de dos mil millones de personas en todo el mundo, produciendo el 44% de la agricultura y el 50% del ganado a nivel global, pero, además, producen servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar humano, como alimentos, prevención de riesgos naturales, regulación del clima o biodiversidad.
Hay que tener en cuenta que la ganadería tradicional extensiva, sobre todo en ambientes áridos y semiáridos, produce una serie de servicios ecosistémicos que son los beneficios que obtiene la sociedad de la naturaleza y estos servicios son muy importantes para el bienestar social y la sostenibilidad de los sistemas.
¿Puede poner algún ejemplo?
Por ejemplo, la ganadería está implicada en la formación de paisajes culturales, que tienen una importancia para el turismo si pensamos en una zona mixta de bosques y prados, que pueda haber en zonas protegidas. También la ganadería disminuye el riesgo de incendios, gracias a los pastos de las zonas rurales. O sea, una disminución de la ganadería haría que aumentaran las zonas de arbustos, por ejemplo, con el consiguiente riesgo de incendios. Esos son algunos de los servicios más importantes que proporciona la ganadería, además de ser clave para la producción de alimentos y, por su puesto, para la seguridad alimentaria. Creo que con la crisis del coronavirus se ha visto la importancia de la ganadería y la agricultura en Europa.
¿Cuáles son los principales objetivos y metas de esta investigación?
La principal meta es entender, un poco mejor, cómo los cambios globales, tanto climáticos como socioeconómicos pueden estar afectando a la ganadería. Y de qué manera podemos reforzar la ganadería para que continúe siendo sostenible.
Por otro lado, este proyecto aborda cuestiones como la sostenibilidad, la biodiversidad, el bienestar animal… ¿Qué impacto puede tener en la ganadería ecológica?
Yo creo que la ganadería ecológica es muy importante para darle una mayor rentabilidad a este tipo de sistemas. Es uno de los escenarios que deberíamos considerar. Si uno de los riesgos que tiene la ganadería es la falta de rentabilidad de las explotaciones, sobre todo las de ganado ovino, por su puesto la ganadería ecológica puede ser una de las soluciones. Cualquier tipo de innovación que vaya dirigida a la sostenibilidad creo que tiene que aparecer entre las conclusiones del proyecto.
Por último, el estudio combinará análisis de casos en México, Marruecos y España, imágenes de satélite y modelos basados en agentes para analizar un elevado número de sistemas ganaderos en regiones áridas y semiáridas. ¿Analizarán en suelo aragonés?
En España hay dos casos de estudio. Uno será en Aragón, en el desierto de los Monegros y otro caso en la Sierra de Segura en el sudeste peninsular. Como el proyecto se centra en zona áridas y semiáridas que tienen sus retos particulares, por temas de producción primaria, de pastos y aprovechamiento de recursos hídricos, los Monegros, por supuesto, es un caso singular y paradigmático porque representa muy bien lo que ha sufrido la ganadería en España y es un claro retroceso de este tipo de actividad.